22 diciembre 2008

CAMINOS ABIERTOS Y ACCIÓN COLECTIVA - 6 de 7

Cooperativa de Fotógrafos Sub
Fotografía: Cooperativa de Fotógrafos Sub - www.sub.coop

4. Relaciones cruzadas (II)

Organizaciones sociales y gestión estatal

Organizaciones sociales y gestión estatal

En relación a la gestión estatal las organizaciones sociales demandan, proponen y median políticas. Sobre estas tareas es preciso preguntarnos: ¿Con qué capacidad de agregación de la demanda cuentan las organizaciones? Es decir, interrogarnos por la capacidad de articulación de la demanda, tanto en términos de política estratégica como de implementación y de gestión, para romper con la lógica de que cada una exige lo propio. La principal tensión que atraviesa esta posibilidad de articulación es la situada entre la capacidad que tengan las organizaciones de demandar en términos de protesta y resistencia y la capacidad de demandar en términos de propuesta y articulación.

No necesariamente hay una relación entre una y otra, puede haber agregación de demanda pero para más reclamos, no necesariamente para más propuestas. ¿Qué debería haber para que agregación de demandas y generación de propuestas estuvieran relacionadas?

Las organizaciones son un modo de presencia institucional y organizativa en la sociedad, que pueden aportar a evidenciar la dimensión societal que ésta tiene y, por lo tanto, mediar el sentimiento y el sentido de que el Estado puede ser de todos. Con esto no queremos decir que “el Estado somos todos”, una aseveración poco feliz pero de gran circulación. Se trata de mediar la presencia de lo político en lo cotidiano, en lo capilar, en el territorio, para aportar desde allí a politizar crecientemente a la ciudadanía y hacer que ésta perciba y reconozca en la presencia de las organizaciones sociales una posibilidad de interlocución con el Estado. Esa tarea la han realizado históricamente las escuelas o las unidades básicas pero, dado el deterioro que han sufrido esos espacios, las organizaciones sociales –sobre todo las territoriales– ofrecen la posibilidad de que esta mediación se reconstituya, aunque sea una incógnita en qué grado y en qué sentido eso puede ocurrir.

Otro problema relevante se presenta en el caso de las organizaciones que tienen o han tenido la oportunidad de ocupar espacios institucionales en la gestión estatal, a distintos niveles. Allí se abre un interrogante coyuntural pero a la vez estratégico: ¿Cómo nos apropiamos de esos espacios para optimizarlos? El desafío es consolidar algunas transformaciones que nos dejen capacidades instaladas en la sociedad, en el Estado, en las organizaciones y en los distintos escenarios, para volver a darle densidad y solidez a una trama que constituya la ciudadanía en general y las organizaciones sociales en particular. Nos referimos a esa trama que anteriormente se reconocía como “el pueblo”, pero que ahora no podemos pensar como un sujeto ya constituido, sea porque proviene del mundo del trabajo o del fondo de la historia. Al pueblo hay que construirlo en la actualidad con recursos políticos y éstos están –entre otros lugares– en el punto de intersección entre las organizaciones y la gestión estatal.

Organizaciones sociales y política partidaria

Organizaciones sociales y política partidaria El vínculo entre organizaciones sociales y política partidaria tiene varias posibilidades: organizaciones que se vinculan con los partidos; organizaciones que se transforman en ellos; dirigentes de las organizaciones que pasan a ser dirigentes de partidos, en alguno ya existente o en otros creados ad hoc. Hay un proceso de provisión y circulación de dirigencias que es necesario reforzar, mejorar y legitimar.

Otro tema es el aporte y las propuestas de debate de las organizaciones sociales a la política partidaria. Allí es importante preguntarnos: En el caso que hubiera aportes, ¿cuáles son los ámbitos en que se pueden encontrar? ¿cuáles son los ámbitos en los partidos políticos para recibir esos aportes? ¿cuánta capacidad y voluntad tienen las organizaciones sociales de llevar a cabo ese aporte?

Gestión estatal y políticas públicas

Gestión estatal y políticas públicas

Esta relación se inscribe en dos procesos. Por un lado la gestión estatal media, dinamiza, distribuye y democratiza políticas públicas. Y por otro, da legitimidad, genera acción y presencia. El desafío es lograr que las políticas públicas impacten en los puntos estratégicos, significativos y prioritarios para ayudar a una legitimación de la acción del Estado. Es decir, ¿cómo pueden llevarse adelante iniciativas que tengan el impacto y la presencia necesarios para romper esas ideas de que ninguna política sirve y que el Estado nunca está para responder a los intereses de los sectores populares? Allí necesitamos un trabajo de acción y legitimación del Estado a través de la política pública.

En el medio de ese proceso surge la cuestión de cómo se comunican y se informan esas políticas para hacerlas justamente públicas, para hacerlas un relato público que pueda también capitalizarse en actores, movilización y compromiso político.

Nestor Borri / Fernando Larrambebere / Sebastián Prevotel - contacto@colectivociudadania.org.ar

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PRÓXIMA ENTREGA: 29/12/2008

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