13 agosto 2012

PARA ORIENTAR LOS ESPACIOS FORMACIÓN POLÍTICA ( work in progress)



1- DAR SENTIDO AL MOMENTO, AL PROYECTO Y A LA PARTICIPACION POLITICOS

Hacemos formación en el marco de un proceso particular, en una dinámica política específica. Se trata del esfuerzo y la oportunidad, también de la exigencia, de activar la “puesta en sentido” de un proceso concreto. La construcción del significado de una secuencia política en marcha.

Dicho de manera más específica: el esfuerzo formativo conecta las políticas de inclusión, y el proceso que se deriva de ellas, con una voluntad y una apuesta de inclusión política. En el camino entra ambas, la inclusión da cuenta de la igualdad como sujetos, como sujetos políticos, como ciudadanos. Y esta igualdad se refleja en el hecho de que creemos en la capacidad de cada uno para reflexionar y decir una palabra significativa, construir conocimiento, sobre el momento colectivo que se vive.

El proceso político de construcción es el que da marco y por lo tanto “mide” los objetivos de la formación política. Entonces, como todo hecho político, la formación política se mide por las consecuencias que pueda tener, y esas consecuencias se relevan sobre el trasfondo de ese proceso.


2- LAS POLITICAS PUBLICAS COMO LUGAR / PUNTO DE PARTIDA FORMATIVO

En este marco, las políticas públicas son un espacio formativo de actores, de sujetos y de construcción de significado. Esto tiene una historia concreta en Argentina: las políticas públicas no como objetivo o resultado de la acción de sujetos políticos, sino como escenario de la constitución de estos. Volverse actores políticos construir fuerza política en el marco de una trama de políticas públicas, Por eso, la política publicas no son, no solo ni tanto un tema de la formación política: son, ante todo el escenario y el punto de partida de la formación.



3- FORMACIÓN Y CONFORMACIÓN: LA FORMACIÓN EN LOS MOMENTOS DE “ARMADO” DE UNA FUERZA POLÍTICA

Al mismo tiempo que forma a los sujetos individuales y colectivos, individual y colectivamente, las iniciativas de formación son un “momento” y un “componente” de la formación de fuerzas políticas. Las iniciativas de formación tienen una función de armado, de constitución del actor colectivo, en términos organizativos, funcionales, de encuadre, identificación. Y también procesan parte de las dinámicas o pujas por distribuir el poder en las fuerzas que conforman.
Formar es dar forma. Formar es también “armar”. Estas dinámicas no son sólo pedagógicas, aunque siempre hay algo que hacer en términos pedagógicos respecto a ellas. Lo formativo no es solo pedagógico. En todo caso, ningún pedagogismo está por encima de la dinámica política. (En este sentido, política y pedagogía no son términos que estén uno al lado del otro, como partes de lo mismo. La política no es un subdominio, una parte de la realidad ni de la acción, sino lo que determina cada momento)

Esta situación particular de la formación política, supone estar atentos, desde la conducción de los procesos de formación, respecto a cómo se administra y circula el poder por los espacios y tiempos formativos. Suponme también estar atentos, y diferenciar, para encuadrar correctamente, los momentos en que las conversaciones que se mantienen para “crear posibilidades” (más propiamente formativas), se superponen con conversaciones que son para “tomar decisiones” (o posicionamientos, sobre temas o de personas, las cuales resultan ser conversaciones mas asociadas al “armado” político).
La formación apunta a lo primero, y en los espacios formativos los responsables deben estar atentos, en términos organizativos y orgánicos, tanto como pedagógicos, diferenciando espacios e instancias, a los segundos.

4- Contenido, continente, actores: la implementación de la formación y sus dimensiones (o “Dimensiones, públicos y dispositivos”)

Una estrategia o una acción puntual de formación se pueden pensar, interrogar y diseñar desde tres dimensiones fundamentales:
- Los contenidos de la misma, los tópicos, temas y situaciones
- Los dispositivos, los continentes en que s e plasman
- Los actores y las relaciones en que estos se involucran
-
Para acortar cualquier dilema paralizante en cuanto a estos tres elementos, hay que posicionarse en términos de consecuencias, no de intenciones ni de recetas, por un lado, y ser creativos respecto a lo que podemos llamar las oportunidades o las ocasiones de formación. Estas tienen que ver con saber aprovechar e interactuar con los ámbitos, y situaciones posibles, que manos vienen al encuentro, y que son plausibles de ser “tomadas” en términos formativos.


En todo caso, siempre vale la ponderación de estas tres entradas hacerse unas preguntas especificas desde cada perspectiva, y desde allí tomar las decisiones de diseño de las propuestas.
¿Cuáles temas, con qué métodos o dispositivos, con cuáles actores?
Ejemplos:
- Si tenemos un actor ( tales o cuales su8jetos, dirigentes o militantes de base , funcionarios o responsables de tareas especificas) y un dispositivo ( un momento de formación en el marco de un plenario, un taller o una charla en el marco de una campaña, un curso planificado de formación, un momento de debate en un proceso de decisión) , como
- Si hay un tema circulando que aparece como de interés, o se muestra como una cuestión urgente o sensible: ¿Qué dispositivos son los más apropiados para cada tipo de público? , etc.


5- LENGUAJE POLÍTICO Y LENGUAJE PEDAGÓGICO

En general, las “jergas” son enemigas de la formación, y la jerga pedagógica es enemiga de la formación política, y en muchos casos, de la pedagogía. En términos prácticos muchas veces los espacios de formación quedan a cargo de “pedagogos” que hacen de ese espacio un “apartado” en el que se habla otro idioma: el suyo. Cuando la pedagogía es puesta en el horizonte de la política, su especificidad esta exigida de ser especificidad para algo, sin permiso para el regodeo. La rigurosidad y las comprensiones propias de lo pedagógico son puestas en función de otra cosa. ¿Qué pasa a la inversa?


6-LA PRODUCCIÓN DE CONOCIMIENTO Y LA FORMACIÓN

La formación, en política, es un proceso de construcción de sentido. Más concretamente, pero también de manera más compleja, es la puesta en sentido del compromiso posible de los sujetos en el conflicto. Hace formación es aportar a la construcción del sentido de/en los conflictos. A su inteligibilidad. En ese sentido, supone siempre la producción de un conocimiento, pero
- no se trata solo de producir conocimientos, sino de construir sentido, y este último es MAS QUE conocimientos
- el conocimiento producido siempre tiene una dimensión de reapropiación y de reelaboración, al tiempo que siempre hay un conocimiento nuevo que se produce cuando se forman sujetos.
- la producción es de conocimiento, pero la formación es de sujetos, de actores. Los actores-autores son siempre más que conocimiento.
Amabas dinámicas son necesarias en una estrategia de formación política y de constitución de una fuerza política.


7- UNIDOS Y ORGANIZADOS EN PERSPECTIVA DE FORMACIÓN

La formación tiene una dimensión de constitución organizativa y de modelado de un proyecto colectivo y de una fuerza social amplia en términos políticos. Se realiza en el marco de agrupaciones, corrientes o incluso partido, pero la dinámica a la que atiende siempre está interrogada y desafiada por objetivos políticos mayores, y por lo tanto por dinamismos más amplios.

Genera condiciones de unidad construyendo el sentido de esa unidad desde la perspectiva de la comprensión de diferentes actores que, encontrándose y reconociéndose en una serie de conflicto, en una trama de conflictos, los asumen y reconocen la necesidad y las posibilidades de “unidad”, las posibilidades de lo colectivo en ese conflicto.

La dimensión organizativa de la formación es la del diseño, la imaginación, la revisión e interrogaciones los “órganos” (diferentes funciones) que hay que darse, que se dan, que es posible darse para intervenir en esos conflictos. En este aspecto, suponen también una mirada reflexiva y creativa sobre la propia organización, su momento, sus aportes, sus límites y sus desafíos, generando condiciones para entender la propia organización en el marco de responsabilidades y tareas políticas más amplias.


8- FORMACIÓN E INFORMACIÓN.

La formación suma información a las conversaciones de los actores, crea información nueva, y sobre todo promueve un modo de recepción y recreación, de uso en última instancia, de la información circulante. Respecto a la información, la formación es al mismo tiempo trascendente y pragmática. Qué Información para qué y para quien es la pregunta de la formación,


9- FORMACIÓN, DOCTRINA Y DISCIPLINA, TRADICIÓN

En la misma dirección que lo anterior, formarse políticamente es encontrarse con las versiones de la historia, de lo posible, de la identidad, de las practicas que ha sido elaborado en el tiempo pasado y con lo que nos encontramos como legado, a veces ordenado como doctrina y a veces vivo como tradición. La formación trata de cómo se toma en las propias manos y en tiempo presente esas herencias del pasado. Innovar, hacer “nueva” política, si tiene algún significado para nosotros, es un uso creativo de la tradición.


Próximamente…

10- CONOCIMIENTOS, CAPACIDADES, COMPETENCIAS: COMPROMISOS

11- TAREAS

12- FORMAR PODER, PODER FORMAR: LA INTELIGIBILIDAD DE LOS CONFLICTOS, EL SENTIDO DE LA ACCIÓN Y AL CONSOLIDACIÓN DE UN PROYECTO

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