26 marzo 2007

Fichas de trabajo sobre distribución de la riqueza - Nº 2


FICHAS DE TRABAJO
Envío Nº 2 | Extractos de cuaderno de trabajo sobre DISTRIBUCIÓN

Fuente:
Amuyen - Espacio de Organizaciones Sociales / Programa Mercosur Social y Solidario / www.espacioamuye.org.ar/distribucion

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LAS CUATRO CARAS
DE UN MISMO DESAFÍO

(parte 2)



LA DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA
ES UNA EXIGENCIA PARA EL ESTADO


Porque…

  • La distribución de la riqueza es una cuestión fuertemente política ya que implica no sólo la calidad, sino el destino y las posibilidades concretas de vida de la mayoría de la población del país, lo cual debe orientar e interpelar la acción del estado y el gobierno democrático si quiere presentarse como tal.
  • Por eso mismo, implica romper las dicotomías impuestas por la ideología neoliberal -en sus versiones políticas, tecnocráticas, económicas-, que separan economía y política, que piensan la sociedad como "tres sectores", o que opo­nen sesgadamente sociedad civil y estado.
  • La injusta distribución, la desigualdad económica y la marginación social que ésta supone, exige al Estado no sólo compensar y paliar la pobreza, sino ponerse al frente como herramien­ta de la transformación hacia una sociedad más justa. Y, como contrapartida exige a la sociedad democrá­tica hacerse cargo de la política que oriente pluralmente y con firmeza esa acción estatal).
  • Enfrentar la injusta distribución y proponer otra, es el punto clave para salir de la agenda neoliberal que dio forma al Estado -a lo que hizo y a lo que se hizo de él-, en los últimos 30 años y especialmente en los ´90. El Estado no estuvo "ausente" en esos años. Estuvo muy presente pero cambió de función: se puso al servicio del capital concentrado y trasnacional y de los sectores dominantes del país. Y estuvo presente en los sectores populares: como asistencia focalizada, y también -en cientos de casos- como estado represivo y de control (represión, gatillo fácil, criminalización de la pobreza y judicialización de la protesta).
  • Por lo tanto, la distribución de la riqueza, exige y a la vez supone, la reapropiación del Estado por parte de la ciudadanía democratizando su funcionamiento, fortaleciendo su rol y capacidades y reorientando su función e intervención. Y a la vez supone una idea de democracia y de ciudadanía que incluye de manera plena a los sectores populares, a las mayorías empobrecidas y excluidas en una participación política que va más allá del voto. Los reconoce como parte y objetivo de las políticas públicas institucionalizando la participación.
La movilización social y la resistencia durante largos años permitió que se abrieran un conjunto de posibilidades en la escena política Argentina, en la dirección de la economía y en el imaginario de la sociedad en su conjunto: una ventana de oportunidad. De un lado, generó una deslegitimación del orden de cosas anterior. Junto con eso, posibilitó cierto "alivio" después de los momentos más fuertes de la crisis. Puso en escena otros actores, permitió ver historias y procesos, puso una bisagra: abrió la posibilidad de otro ciclo.

Y finalmente, puso a la vista el desafío de reconstruir un proyecto de sociedad diferente donde la democratización del estado y de la sociedad misma son fundamentales para la vida y la dignidad de todos y todas.

En ese mismo movimiento, permitió mover -aunque parcialmente- el escenario político y cambiar –también parcialmente- las formas de gestión y los actores estatales, tanto en su contenido como en su forma de relación con la sociedad.

Ahora, es nuevamente posible ver al estado como una herramienta, que al igual que en otras etapas históricas (pero con las características y exigencias propias de esta) puede estar al servicio de los sectores mayoritarios de la sociedad.

Todo esto a pesar de la fuerte inercia que hace que amplios sectores de la sociedad, y a veces de las mismas organizaciones sociales e incluso de agentes estatales, sigan manifestando una fuerte desconfianza y deslegitimación del rol del estado.

El Estado actúa de hecho, y además puede y debe hacerlo de derecho y con sentido político explícito, a través de diversas herramientas, en la cuestión de la distribución de la riqueza. (Lo hace siempre. Por acción u omisión. De manera manifiesta o solapadamente. Desde el ámbito económico, más directo, pero también a través de políticas que en la primera mirada parecen "ajenas" a la cuestión de la distribución).

El estado actúa…

  • A partir del proyecto político global que lleva adelante, que interviene en la relación de fuerzas y en los beneficios y límites de los diferentes actores y sectores sociales: usando sus recursos, sus capacidades y su poder.
  • A partir de la política económica general, el modelo productivo, la política monetaria y financiera, el tipo de inserción del país en el mundo.
  • De manera particular, con la política tributaria (los impuestos).
  • Con la política laboral: generación de empleo, política de salarios, legislación y derechos laborales.
  • Con las políticas de seguridad y previsión social y las de transferencias de ingresos, hacia arriba (sub­sidios a empresas, promoción industrial, etc.) y hacia abajo (jubilaciones, pensiones, subsidios).
  • A través de las políticas públicas que garantizan derechos y proveen servicios, distribuyen recursos materiales y simbólicos por medio de políticas de educación, de salud, de vivienda, de transporte, de cultura.
  • Y finalmente, a través de las políticas de lucha contra la pobreza, de asistencia y promoción, de no-discriminación, de inclusión social.
Es importante notar que en los últimos años las organizaciones sociales se han "replegado" de alguna manera sobre estas últimas políticas. Se redujo el debate sobre la pobreza, no a la política, sino a algunos programas y a veces incluso a detalles de proyectos de algunos de los ministerios, como el de Desarrollo Social; cuando los determinantes de la pobreza, que claramente trascienden la cuestión del desarrollo social, están asentados en las acciones de otras áreas de gobierno. Esto no quiere decir que en este ámbito no haya cosas muy importantes que discutir y hacer, pero sí señala que hay que hacer un fuerte proceso de mirada global y de trasladar la atención, la acción y los esfuerzos a una mirada más general sobre las acciones del Estado en todo su "ancho y largo".

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PRÓXIMA ENTREGA:
LUNES
2 DE ABRIL
LAS CUATRO CARAS DE UN MISMO DESAFÍO (parte 3): DISTRIBUCIÓN DE LA RIQUEZA COMO HORIZONTE PARA LA INTEGRACIÓN

1 comentario:

Anónimo dijo...

organizaciones sociales como construcion de ciudadania