22 abril 2010

Para la construcción de una hegemonía compleja

Pistas para la construcción de una hegemonía compleja
El ruido, las nueces y la eficacia

Pistas para una hegemonía compleja Intuiciones, punteo y compartida, pistas para la construcción de una hegemonía compleja (frente, obviamente, a las tendencias inercias persistencias tentación recaída de construir una hegemonía simple o sea ineficaz de corto plazo –o menos– llamando construcción de hegemonía claro a la “mera” construcción política de poder de lo colectivo con / desde toma de partido

entonces compleja y no complicada ni confusa aquí con complejo decimos que asume no “la realidad” sino lo real “el” real

más difícil más pior por cierto pero mejor sin duda

1- Reconocimiento de la fragmentación grave feroz profunda y persistente y además –y sobre todo– “hecha carne”: constituida no sólo en dato objetivo Sino en lugar existencial masivo, asumido y vivenciado molar y molecularmente La fragmentación no como algo que pasa o “nos” pasa, sino como algo que se vive-es

2- Asumir con crudeza la diferencia, la trascendencia y la suma persistencia de lo hegemónico respecto a lo solamente, meramente, ideológico. O sea: no caer en la trampa de suponer que un cambio de discurso es un cambio político (por supuesto sin desmerecer para nada, todo lo contrario, el cambio de discurso) pero, pero, sabiendo que lo que vale es el discurso-tripa, entripado: el sentido de fondo. La ideología es y actúa en la superficie. La hegemonía va-sucede en el fondo. De cada cual, de todos, del tiempo, del sentido, de la palabra. Ahí donde la palabra es el aire que respira y el pulmón que oxigena.

3- Ver, bancarse y desafiar mirando a los ojos el funcionamiento persistente, fluido, vivaz a su modos, del sentido común que podemos llamar neoliberal en su - positividad (y no considerarlo meramente como un desvío, una alienación o una subconsciencia o un engaño). No ver tanto ni sólo lo que cubre, sino lo que provee, canaliza, permite - productividad: ver lo que habilita, no sólo lo que oprime - en su profundidad: no es mala conciencia, no es alienación. Asume y comprende y responde a algo que, en un punto –no en todo, no en todos los puntos de vista, pero sí en ALGÚN– es genuino. Por eso – aunque claro no sólo por eso– triunfa o, mejor, es efectivo. - en su complejidad: no son meras zonzeras. No son simplismos. Se trata de que el neoliberalismo permeó, hegemonizó, lo simple. Eso es bien complejo. No subestimarlo. Ni subestimar el desafío de la propia tarea de confrontarlo, subordinarlo o reemplazarlo.

4- Saber que no basta bajar los cuadros de los dictadores, enfrentar los poderes fácticos etc. Hay que poner cuadros con otras figuras en su lugar: reemplazarlos por otras representaciones que sostengan lo que ahí se sostenía. No es volver sobre lo mismo, sino evitar el regreso de lo mismo.

5- Capilaridad, cotidianeidad, cercanía, todos los días, necesidades simples, expectativas profanas: por ahí responder. En esos niveles. No sólo, no tanto, grandes declamaciones.

6- Repartir el placer, el reconocimiento, las expectativas-esperanzas (nada más material y materialista y objetivo que esto)

7- Evitar lo lineal, la literalidad, las formas prosaicas de la lealtad. Abundan. Son inevitables quizás. Eso no las hace menos insuficientes. Moderarlas. Tener, sobre todo, algo más: la mayoría esquiva y necesaria no se obtiene sin esos algo más.

8- Contar con niveles y fuentes-repertorios variados y ampliados y ampliables de interpelación de diversidad de sujetos. Para una revolución francesa, como dijo alguien, hay que tener a los jacobinos y a los girondinos ... y a la plebe y demás.

9- Ni meras tácticas, no sólo grandes estrategias: con sólo palabras esdrújulas o medidas agudas no bastaría... los graves sin pesadez pero con gravedad, y los bajos continuos son fundamentales.

10- No esperar al actor o al sujeto –sea el pueblo, sea la ciudadanía, sea la militancia, sea el movimiento, el campo popular o el que fuere– como un dato constituido, un sujeto ya presente que sostendría el proyecto. Proyecto, interpelación y sujeto/actor se constituyen por intervención. No hay sujeto de la historia, hay tarea en riesgo de interpelación y apuesta que constituye, a lo mejor, sujetos.

11- Tener frentes para la victoria, la derrota, el empate y otras variantes de la batalla, el juego o el baile. Frentes, por lo demás, y retaguardias, y flancos, y capacidad de desarticularse incluso.

12- Nada evita los costos de una construcción. No hay magia y sin embargo la magia que hiciera falta tiene sus costos también. Pagarlos, cubrirlos: tener con qué. Producir ese valor. Crear es gratuito. Por eso, cuesta.

NB / http://tripaletra.blogspot.com

No hay comentarios.: