14 mayo 2010

Hegemonia compleja 7/12, desarollos


7- Evitar lo lineal, la literalidad, las formas prosaicas de la lealtad.Abundan. Son inevitables quizás. Eso no las hace menos insuficientes. Moderarlas. Tener, sobre todo, algo más: la mayoría esquiva y necesaria no se obtiene sin esos algo más.
(12 puntos completos acá)


7.1. Lineal: lo contrario de complejo. Pero lo peor es incompatible con lo real. La diferencia entre programa y estrategia. Programa reproduce siempre el mismo algoritmo de conducta. Estrategia percibe y a partir de eso cambia. No sólo eso: cambia tambien la percepción que desencadena el cambio . (Ver, por ejemplo, el desarrollo sencillo de esto que hace  Edgar Morin en "El pensamiento Complejo")

7.2. La mirada "ilustrada" tiende a lo lineal: para la comprensión, para la acción , para la evaluación de la acción. En política: para el análisis de los actores, para la descripcion de las motivaciones, para la intervención en la arena social y política. Las corrientes populistas, han trabajado más y eventualmente mejor la complejidad opuesta a la linealidad. 

7.3. ¿El miltante es lineal el político complejo? ¿La mirada social es lineal la interrogación política es compleja? ¿La teoría es lineal la práctica compleja? ¿La realidad es lineal lo real es complejo? Puede ser. Pero no se trata de valoración simple de unos y otros términos. O sea: evitar lo lineal, pero necesitamos líneas de acceso a la política, la práctica, lo (el) real...

7.4 . Literalidad. En el discurso y la comprensión, en el repertorio y la interpelación. En el discurso, la consigna. En el la comprensión, los esquemas (sobre todo los que asignan racionalidades, los que califican actores y marcan la frotnera amigo enemigo, en la descripcion de las prácticas) En el repertorio: litreralidad , por ejemplo, de las citas y referencias. Ejemplo concreto: no se trata tanto de ser "los herederos de x", sino de hacer lo que hizo x: hacerse cargo de la herencia no es declararse herederos.  Por lo menos no basta.

7.5. Evitar la literalidad es asumir con toda la fuerza y la fecundidad el doble ( y también el triple y el cuádruple) discurso. Si las cosas singifican solo lo que dicen, señal de que alguien enloqueció. Y si alguen hace una  práctica política con un discurso uníoco - en el tiempo, frente a los actores, etc- es que en realidad  está haciendo   otra cosa. Probablemente afirmación ideológica, quie eventualmente será, ademas loable, pero no estará  haciendo política, construyendo hegemonía.

7.6. Sólo en la ambigüedad sucede eso llamado política. Solo en la aceptación de la ambigüedad se contruye algo que mrezca ser llamado hegemonía. Es su materia primera y ala vez  su condición. También en lo que refiere a sus resultados. En ese sentido, y siguiendo un poc a Badiou, se puede rastrear la no literalidad como eje en el amor, en el arte, en la ciencia, y en la política. O sea, en todos los dominios donde, según el, puede suceder ua verdad. Para quienes no logran disfrutar la ambigüedad en política, un ejercicio puede ser reconocer en qué medida y por qué  sí la disfrutan en los otros dominios. Y más aún, que es lo que hace insoportable  e inviable la experiencia en  esos dominios sin la ambgüedad.

7.7. Lealtad: los circuitos, los formatos, los vasos comunicantes y los caminos de ida y vuelta por donde van y vienen las relaciones de poder. Un liderazgo político , una capacidad de hegemonizar, un conjunto de valores o de singificaciones, sólo  pueden "ser hegemon" si dejan circular con complejidad - y con cierto caos- la lealtad.

7.8. En construcción política, supone una manera particular de compartir el capital político, de dejar hacer, de significar la libertad de los otros. Una cesión reciproca de autonomías para lograr grados mayores y calidades mejores de libertad.

7.9. La mirada simplista sobre la lealtad es simétrica  y sinónima de las miradas simplistas - y en general con mejor prensa- de la autonomía.

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