21 febrero 2011

Horacio Gonzalez en 10 partes 6/10


¿Qué significa para ud. una profundización del proyecto kirchnerista? ¿A partir de que ejes y medidas se articularía?
Concebido como fuerza política, con un nucleamiento de tipo trasversal, que atraviese los distintos grupos de apoyo a través de acuerdos más profundos respecto de la distribución de la renta, los modelos energéticos, de transporte, la política cultural, sobre lo cual se puede decir que hay ciertas deficiencias. El desafío para todos los grupos que apoyan es avanzar en una mayor discusión. Hay que operar un desvío en la historia argentina en relación a las formas más regresivas de la política que podría encarnar, por ejemplo, Scioli en este momento. Sin algo que suponga el fácil costumbrismo de condenar a políticos que no pertenecen a nuestra capilla. No es así, Scioli, lo he dicho muchas veces, representa un giro conservador dentro de las filas populares o es un neopopulismo conservador que tiene un arraigo muy grande en los sectores populares, en los medios de comunicación. Scioli ha hecho un trabajo que lo ha colocado como una figura aceptable para un sector amplio. La situación que se abre en el país en el caso de que sea el triunfo de la candidatura de Cristina en la elección próxima deberíamos evitar permitir que se genere un nuevo polo dentro del peronismo y fuera del peronismo encabezado por Scioli, que sería un retroceso: se conservarían algunas de las cosas que se hicieron, incluso se percibe en el clima de la campaña política que ya empezó en la Argentina, sobre todo del lado del Partido Radical, que se irán a respetar muchas de las decisiones de estos años en materia de derechos humanos, de la Asignación Universal por Hijo, aspectos de la Ley de Medios van a ser continuados. En ese sentido el kirchnerismo deja un legado. El desafío que está presente y por eso yo lo llamo la necesidad de producir un desvío en la historia argentina, a contramano de las derechas y los sectores conservadores en la Argentina. Hay que trabajar para producir el desvío que siempre fue el kirchnerismo, fue la lógica de un desvío respecto de lo previsible en la Argentina. Así fue en el 2003, será así en el 2011, esperemos, y más aún esperemos que lo siga siendo en relación a lo que es “normal” en la Argentina, es decir, frente a los nucleamientos de centro derecha operando dentro del sistema democrático. No va a ser una dictadura, va a respetar algunas de las realizaciones pero va a ser una versión muy pobre respecto de las transformaciones que siempre quisimos.

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