14 diciembre 2010

4. Alivio


(Cada uno de estos fragmentos pertence a la nota completa que está acá, desarrollada en 10 puntos. En un intento de alivianar el equipaje y reconocer los tiempos de desafío que nos invitan. Néstor Borri- Fernando Larrambebere)



Entrado el 2004, el 2005, el 2006, cada tanto nos planteábamos, discutíamos con compañeros. Sobre esto: el significado profundamente político del alivio.
Avanzaban los inesperados caminos del gobierno de Néstor Kirchner.

Muchos decían: se están haciendo cosas, pero apenas alivian la situación. Son mejoras mínimas, leves. Parciales. Pocas. Insuficientes.
Nosotros decíamos- no era fácil argumentar- : serán insuficientes pero no son insignificantes. Todo lo contrario.
Viniendo de la catástrofe, saliendo del infierno, el primer paso, sacar la cabeza fuera, es fundamental. Central. Inicial. Respiro. Soplo. Aliento. Lo que origina.

El alivio no era mero alivio: constituyó un núcleo central del sentido político de estos años. Y la gran posibilidad de dejar de ser meros sobrevivientes. De poder atisbar el vivir.

El alivio: tan insuficiente como singnifcativo. O sea: muy real. Carnadura política. Alivianar la carga. Muy especialmente para los más excluidos. Muy especialmente para las mayorías populares.
No quedarse en el mero alivio. Pero no olvidar nunca su centralidad en una política popular. O sea: en una política que quiera llamarse así.

A lo mejor la política no es nada más ni nada menos que aquello que los sectores populares son capaces de hacer desde el alivio. Del poder-más-que-sobrevivir. Vivir. Sobreconvivir. Levantar cabeza. Seguir andando. No más. Nomás con eso: su historia hacen y hacemos. Nada menos.

Algo para aprender, para tener presente. Como lo tuvieron tantos en la plaza en estos días.
Como tantos lo tendrán y lo deberán tener presente: transformar el alivio en fuerza colectiva para proyectarse colectivamente. Pelear por más. Disputar. Defender, sostener.
Masvivir.

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