16 diciembre 2010

7. Conflicto y bienvenidas


(Cada uno de estos fragmentos pertence a la nota completa que está acá, desarrollada en 10 puntos. En un intento de alivianar el equipaje y reconocer los tiempos de desafío que nos invitan. Néstor Borri- Fernando Larrambebere)



Una ciudadanía conflicto, una ciudadana política.
La política como (capacidad de) bienvenida a los conflictos.

Este tiempo ha sido una saga de bienvenidas. De recepción de lo que viene.
Cuando fue el llamado “conflicto del campo”, lo escribimos así, en dos artículos: bienvenido conflicto, y  bienvenidos los límites. Escribíamos – en clave de todo con “c” de conflicto- como el conflicto era central, como cruza la cotidianeidad de lo colectivo, como corta la realidad social y los actores, como compromete actores, como crea oportunidades. Construye.
Conflicto y construcción. No evadirlos. Construirlos. Asumirlos. La construcción de los conflictos y los conflictos de la construcción.

La gente en la fiesta en mayo, la gente en el duelo en noviembre, en los escenarios emblemáticos de Buenos Aires: en el teatro de los hechos. Actores ahora, ya no espectadores. Dándose permiso (autorizándose) de decir lo suyo. Permiso y aliento. Celebración también. De decir lo suyo: reconocerse, hacer autores. Con emoción. Se rió y lloró mucho en esas plazas. Se puteó. Se con-movió: o sea, se co- movió. Mucho más que movilizarse: conmoverse y co-moverse.
Las plazas de este año marcan quizás la bisagra entre conflicto y construcción. Toca profundizar la construcción, y asumir los conflictos que supone.

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