24 agosto 2011

Londres: Los tiempos que vivimos John Berger


L
a tarde del 8 de agosto, que fue el tercer día de combates callejeros en Croydon, un suburbio de Londres, los jóvenes manifestantes le prendieron fuego a algunos edificios, incluida una tienda de muebles que estuvo ahí por muchas generaciones. A partir de las imágenes aparecidas en la pantalla de televisión pensé que me era conocida. A finales de los años 30, mi madre solía ir a Croydon de compras una vez a la semana, y con frecuencia yo la acompañaba. Le ayudaba a cargar las cosas y, ya que éramos dos, lo volvíamos una salida, lo que significaba irnos al cine a la función de la tarde.
Primero nos íbamos al mercado de la calle Surrey, luego a unos almacenes grandes, y finalmente salíamos triunfales al Cinema Odeon, que quedaba casi que en la puerta de junto. En estas ocasiones mirábamos siempre estrenos de Hollywood, y después los comentábamos. Gracias a mi madre y a estas películas, desde la edad de 10 u 11 años comencé a aprender un poco de lo que era narrar historias. (¡Ah!, Howard Hawks, Capra, Dieterle, Archie Mayo...)
El 8 de agosto los jóvenes se amotinaron porque no tienen futuro, no tienen palabras y no tienen sitio alguno donde ir. Uno de ellos, arrestado por saqueo, tenía 11 años.
Al mirar las escenas del levantamiento de Croydon quería yo compartir mis reacciones con mi mamá, muerta hace ya mucho tiempo, pero no estaba a la mano, y supe que esto ocurría porque no podía acordarme de los almacenes a los que íbamos antes de apresurarnos al cine. Busqué persistente el nombre y no pude invocarlo. De repente vino a mí: Kennards. ¡Kennards! Y de improviso mi madre estaba ahí, mirando conmigo la pedacería de imágenes de los motines en Croydon. El saqueo es consumismo que se trepa a la cabeza y tiene los bolsillos vacíos.
Es extraño cómo pueden asociarse tanto los nombres a una presencia física personal, aun ese nombre tan distante como Kennards. Tales nombres operan cual contraseñas.
* * *
El lago en medio de las montañas es muy profundo y tiene como 70 kilómetros de largo. El Ródano fluye atravesándolo. Entre los peces que se crían aquí está el salvelino, o trucha salmonada, muy aclamado por losgourmets. El salvelino pertenece entonces a la familia del salmón. Cuando es pequeño es un pez casi transparente, como un pañuelo de seda azuloso; cuando es grande llega a pesar 15 kilos. Al acercarse la temporada de desove, los costados ventrales y las aletas pectorales de los machos adultos se tornan de un naranja rojizo.
En el lado sur del lago hay un poblado en una colina, y entre la colina y la orilla del lago hay espacio para un pequeño puerto, un maleconcito con cafés, una piscina, una angosta playa de guijarros, juegos para niños, prados y palmeras, y en los días de verano, como en agosto, todo esto se conjunta para volverlo un modesto destino turístico en miniatura, a la orilla del agua. Quienes se reúnen ahí están de vacaciones. Han dejado atrás, en alguna parte, sus vidas cotidianas. Tal vez a pocos kilómetros, tal vez a cientos, pero se vaciaron a sí mismos. La raíz etimológica de la palabra vacación proviene del latín vacare, vaciarse, liberarse.

Si uno camina ahí, tiene que buscar el paso –pues el espacio es angosto y muy pequeño entre tantas reclinadas libertades.
La mayoría de las mujeres y los hombres que vacacionan aquí está entre los 30 y los 50 años. Descalzos, con las piernas desnudas, se tiran en toallas al sol o a la sombra de los árboles; otras personas nadan con sus niños, o se recuestan en sillas. No hacen grandes proyectos, porque el lugar es diminuto y su tiempo aquí muy breve. (Es por eso que las horas se alargan.) No hay fechas límite. Hay pocas palabras. El mundo y su vocabulario, los cuales normalmente repiten aunque no crean en ellos, se quedaron atrás. Aquí están vacíos. No hacen nada.
Y sin embargo, no es tan así. Llegan a ellos pequeñas bendiciones y ellos las colectan. En gran parte estas bendiciones son recuerdos –pero confunde llamarles así porque al mismo tiempo son promesas. Así pueden acumular los placeres que recuerdan y las promesas que tal vez no apliquen en el futuro del que con tanto gusto se vaciaron, sino que de algún modo se pueden aplicar al breve presente vacío que disfrutan.
Tales promesas son físicas, sin palabras. Algunas pueden verse, algunas pueden tocarse, algunas oírse, algunas degustarse. Algunas no son sino mensajes en el pulso.
El sabor del chocolate. La longitud del cabello empapado de la hija. La forma en que él se sonrió temprano esta mañana. Las gaviotas encima de la lancha. Las patas de gallo en las comisuras de los ojos de ella. El tatuaje que lo hizo molestarse tanto. El perro con su lengua que le cuelga por el calor. Las promesas de tales cosas funcionan como contraseñas: contraseñas hacia expectativas previas acerca de lo que es la vida. Y los que celebran a la orilla de lago van acumulando estas contraseñas, las reconocen, las susurran y todo les recuerda sin palabras esas expectativas, que viven de nuevo subrepticiamente, todo el tiempo.
* * *
Muy poco o nada en las vidas que llevan vividas hasta ahora los muchachos de Croydon les ha confirmado o le da aliento a expectativas de esta índole. Y así, viven aislados pero juntos, en el presente, violento al punto de la desesperación.
Traducción: Ramón Vera Herrera

En diario La Jornada, Mexico, 21/8/2011

Las primarias, la inercia del pasado y la etapa que se abre

Foto: TELAM
Por Edgardo Mocca
El voto popular, especialmente cuando tiene la contundencia de las primarias del domingo pasado, adquiere un significado diferente y superior a la compleja trama de deseos y rechazos que lo motivaron. El voto no solamente refleja, el voto crea. Da poder y lo quita. Desata dinámicas impensadas el día anterior. Reorganiza el campo político en su conjunto.
Es completamente esperable que los actores políticos, unos y otros, oficialistas y opositores, sigan durante un tiempo determinado usando el mismo lenguaje y apelando a los mismos recursos interpretativos de la realidad que circulaban antes de un acontecimiento político de la fuerza del que ocurrió el 14 de agosto. De alguna manera, todos estamos tratando de comprender lo ocurrido, con los esquemas que usábamos hasta el día anterior. Nos preguntamos por el voto del campo. Por la relación del Gobierno con las clases medias de las grandes ciudades. Por la conducta del electorado peronista y el peso que en ella tuvieron las querellas internas, particularmente en el conurbano bonaerense. Las respuestas que vamos encontrando, precarias y provisorias, nos insinúan que se ha cerrado un capítulo de nuestra vida política: el que empezara con la rebelión de las corporaciones agrarias contra la resolución que disponía las retenciones móviles a las exportaciones de granos. El país de agosto de 2011 no es el mismo que el del otoño de 2008.
A grandes rasgos, la etapa que acaba de cerrarse mostraba a un puñado de empresas de la comunicación audiovisual en el centro de la escena política. Una tensa expectativa rodeaba cada una de las operaciones tácticas de dos o tres grupos mediáticos oligopólicos, a la espera de cuál de ellas sería la definitiva en la cruzada desestabilizadora. Tuvimos picos de alta tensión. Fueron los que rodearon cada una de las iniciativas gubernamentales que alumbraban cambios estructurales: la recuperación de los fondos jubilatorios por el Estado, la ley regulatoria de los medios audiovisuales, el cambio de hecho en las relaciones entre el Gobierno y el Banco Central fueron probablemente las principales. Los medios concentrados fueron el centro de gravitación, ante todo, de la política de la oposición. De allí surgían la táctica, la estrategia, la agenda y el guión que interpretaban los principales referentes del antikirchnerismo. Así fue hasta el 14 de agosto.
Desde el punto de vista del Gobierno, fue una etapa en la que primó una estrategia de “ciudadela sitiada”. Después del duro retroceso electoral de junio de 2009, asistimos a una original contraofensiva político-discursiva del Gobierno, planteada más en términos de resistencia cultural que de ejercicio, desde el Gobierno, de la hegemonía política. No es muy habitual en la política contemporánea que un gobierno desarrolle algo así como una acción “contracultural” en los medios de comunicación, en el mundo intelectual, artístico y cultural. El grupo Carta Abierta y el programa televisivo 6, 7, 8 son los emblemas centrales de esta etapa y de la recuperación kirchnerista que las urnas acaban de consagrar. El gran “otro” de la contraofensiva kirchnerista no fue un partido o grupo de la oposición sino los grandes medios de comunicación, cuyos mensajes pasaron a ser sistemáticamente criticados y contestados desde el dispositivo oficialista. La elección del 14 de agosto tiene unos derrotados centrales: son los medios hegemónicos y, dentro de ellos, sus redactores principales. La primera semana posterior a las primarias insinúa que los actores del drama seguirán moviéndose bajo el efecto inercial de la etapa que se cierra. Los analistas del establishment mediático e intelectual, más allá de una enorme confusión, siguen tratando de comprender lo ocurrido en los viejos términos. Los opositores no alcanzan a situarse en la nueva escena. Buena parte de la comunicación favorable al Gobierno sigue teniendo la mirada fija en los titulares de los grandes diarios, aun cuando la Presidenta ha dado claras muestras de su disposición a abrirle paso a un discurso diferente.
Probablemente la inercia se extienda hasta el momento del veredicto definitivo de la sociedad que será el 23 de octubre. Sencillamente, quienes triunfaron no van a cambiar de táctica, cuando el ciclo de las definiciones electorales no se ha cerrado. Y la oposición no tiene mucho repertorio disponible. No pueden, a diferencia de los equipos de fútbol que pierden los partidos decisivos, cambiar al técnico ni a los jugadores: sus candidatos y la red de alianzas no pueden ser reemplazados. Los espera una nueva ronda competitiva con los mismos protagonistas, con el agravante de que sus fuerzas –y sobre todo sus debilidades– han quedado desnudas ante los ojos de la sociedad. ¿Qué pueden cambiar en su mensaje electoral? Han apostado a encolumnarse detrás de la literatura del escándalo que producen todos los días las grandes redes comunicativas. Pasar en seis o siete semanas de ese patrón al desarrollo de una mirada independiente, crítica y sensata del mundo político y al ejercicio de una plena voluntad de poder parece un ejercicio inviable para sus referentes. No tienen para ofrecer sino más de lo mismo. La sola retención de su pobrísimo caudal de las primarias parece un desafío muy exigente.
“Peligro era atropellar / y era peligro el juir” dice Martín Fierro frente al indio dispuesto a atacarlo. La descripción es apropiada. Duhalde se decidió a “atropellar”. Lo hizo en su discurso lópez-reguista en la noche del domingo electoral y lo desplegó en los días posteriores con la agitación del apocalipsis económico inminente en el mejor estilo de Carrió, hoy políticamente marginalizada. El candidato del peronismo federal no sólo sufre la inercia del pasado; se aferra desesperadamente a él ante la carencia de cualquier otro recurso. Ricardo Alfonsín y el radicalismo emprenden más bien el rumbo de una huida elegante. Con un sorprendente voluntarismo dicen procurar que la elección de octubre se convierta en parlamentaria. Su máximo dirigente y promisorio candidato hasta hace poco, Ernesto Sanz, cree ver un latente peligro político-institucional, nada menos que en el voto popular favorable al Gobierno. Parece más un eco melancólico de la “solución” militar posterior a la elección de 1962 ganada por el peronismo desde la proscripción de su líder y su partido, que un enfoque mínimamente ajustado al clima actual. En la UCR soplan, además, vientos de discordia, después de una campaña electoral tan belicosa como pobre de contenido.
En la grilla opositora, quien mejor controló los daños del pronunciamiento popular fue Hermes Binner. Curiosamente su discurso y su gestualidad de campaña resultaron más parecidos a los que caracterizaron históricamente al radicalismo que a una expresión de centroizquierda. Moderación y sensatez son virtudes que no alcanzan para sustentar un proyecto de mayorías y de poder, pero son virtudes muy importantes en las horas de vacas flacas. La continuidad de su ejercicio permitiría augurar un módico mejoramiento del desempeño del FAP en octubre. Por su parte, Solanas completó la saga de su autoaislamiento y quedó fuera de la competencia definitiva. Su corrimiento, junto al ocaso de Carrió está dejando provisoriamente vacante el lugar del líder apoyado exclusivamente en los recursos mediáticos. Acaso eso puede ser importante en la perspectiva de un refortalecimiento de los partidos políticos como expresión central de la lucha política democrática.
Falta la elección de octubre para que el nuevo cuadro de situación trazado por las primarias se cristalice plenamente en la realidad. Desde ahora ya aparece la posibilidad de que el desmadre de la oposición actual abra paso a una nueva dinámica política. A una verdadera deliberación sobre el proyecto político que el país necesita, en el contexto de una crisis civilizatoria que no dejará al mundo en las mismas condiciones que antes de su estallido. No es muy artificial la afirmación de que el tipo de discusión política que se abre en el país está muy articulada con el debate mundial sobre el capitalismo globalizado. El lugar de los estados nacionales, la ciudadanía frente a las lógicas exclusivamente mercantiles, la autonomía de la política frente al poder económico, la justicia social como premisa de cualquier recuperación económica real, el desarrollo productivo social y ecológicamente viable frente a la subordinación de la vida en común a la lógica del capital financiero, entre otros muchos temas, parecen constituir la agenda que viene. En el país, en la región y en el mundo. No puede sembrarse la ilusión de que la crisis mundial no traerá consecuencias para nosotros. Lo cierto es que la ratificación de un rumbo de impulso de la demanda interna –particularmente de los sectores populares– y la articulación de las políticas con nuestros vecinos de la región parecen la mejor estrategia para enfrentar la crisis y atemperar sus efectos. La política argentina necesita una oposición en condiciones de participar seriamente en este debate.

Democracia, institucionalismo y construcción popular

Por Ernesto Laclau (*) Especialista en filosofía política.
En la explosión de 2001 en la Argentina, hubo una enorme expansión horizontal de la protesta popular. Una de las grandes intuiciones políticas de Néstor Kirchner fue darse cuenta de que había que complementar el desarrollo de esa protesta horizontal.
En Europa, se requirió del largo proceso de revoluciones y reacciones del siglo XIX para llegar a un cierto equilibrio entre ambos conceptos, de modo que liberal-democrático se considera una entidad relativamente unificada −subrayo “relativamente”, porque siempre hay una tensión entre la idea de un “gobierno de los de abajo” con sus demandas y la organización institucional de la comunidad−.
Esa unificación que se dio en la tradición europea −y, hasta cierto punto, en la norteamericana−, no ocurrió en América Latina: democracia y liberalismo avanzaron por caminos diferentes. En la segunda mitad del siglo XIX, se organizaron los estados liberales en el continente. Pero eran expresiones de las elites oligárquicas, en general, terratenientes que tenían una estructuración clientelista del poder político, y eran incapaces de vehiculizar las demandas democráticas de las masas.
Por consiguiente, cuando, a comienzos del siglo XX, esas masas se expandieron, las demandas que plateaban respecto del sistema tendieron a manifestarse a través de formas no liberales. En muchos casos, estas formas fueron gobiernos militares nacionalistas, que eran la única vía de expresión de este nuevo tipo de demandas. Así, surgieron, combinados con las instituciones liberales, el Estado Novo en Brasil, el peronismo en la Argentina, el MNR en Bolivia o el primer Ibañismo en Chile. Se dio una bifurcación en la experiencia democrática de las masas: por un lado, la tradición democrático-liberal, y por otro, la nacional-popular. Recién en los últimos años, luego de vivir las dictaduras más sangrientas del siglo XX, que golpearon a ambas corrientes por igual, se logró una cierta fusión. Hoy vemos movimientos progresistas en todo el continente que afirman las demandas nacional-populares, pero lo hacen a través de los mecanismos institucionales del Estado.
En este punto advertimos algunos de los problemas que llevan a la polariza-ción de lo social entre el populismo y el institucionalismo. Si pensamos cómo se va constituyendo una voluntad nacional-popular, hay que precisar distintos elementos. Por ejemplo, supongamos que, en una cierta comunidad, los vecinos piden al municipio que cree una línea de ómnibus para llevarlos desde el barrio donde viven hasta el lugar donde la mayor parte de ellos trabaja. Si esa demanda se acepta, es absorbida por el sistema como demanda individual. Pero si es rechazada, surge allí una demanda frustrada. Y si la gente empieza a ver que, además de estas demandas, hay otras demandas no satisfechas que conciernen a la vivienda, la escolaridad, la seguridad, entonces, entre todas ellas, se constituye una cierta solidaridad, que es lo que se denomina cadena de equivalencias. Esta cadena representa un momento prepopulista, porque el populismo −que, para mí, no es un término peyorativo− es un discurso en el que los de abajo son interpelados frente al statu quo existente. Así, cuando se genera esta lógica de equivalencias, lo popular empieza a manifestarse frente a lo institucional.
Es decir, en uno de los polos, se ubica el momento del institucionalismo extremo, que sería una tecnocracia, un gobierno en el cual lo político es sustituido por la administración; y en el extremo opuesto, un populismo puro, en el que ningún anclaje institucional consigue constituirse. Pero entre estas situaciones polares, hay una serie de puntos intermedios. Allí hay un asunto fundamental. Por ejemplo, en los ataques al kirchnerismo, muchos de los cuales provienen de la intelectualidad liberal, hemos visto una insistencia pura sobre el momento del institucionalismo. La pregunta que cabe es: ¿las instituciones son un terreno neutral, de modo que defenderlas es defender un orden legítimo? Las instituciones son la cristalización de una relación de fuerzas entre los distintos grupos, y cualquier esfuerzo por cambiar la sociedad en un sentido más radical demandará reformar las instituciones. En el caso de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, esto ha sido evidente.
Desde esta perspectiva, también es importante entender cómo cuaja política-mente el momento de la construcción de la voluntad popular. Un punto es la formación de cadenas equivalenciales entre una pluralidad de demandas. Pero esas demandas tienen que cristalizar alrededor de un núcleo representativo total, y ese es el momento en el que un cierto discurso –en general, surgido desde la cúpula del poder− empieza a establecer una relación con las distintas demandas que se dan a nivel de la base. Estos dos niveles son centrales: para generar el cambio, se necesita la movilización popular, pero, a la vez, es necesario un punto de apoyo a nivel del poder del Estado.
En la explosión de 2001 en la Argentina, hubo una enorme expansión horizontal de la protesta popular. Una de las grandes intuiciones políticas de Néstor Kirchner fue darse cuenta de que había que complementar el desarrollo de esa protesta horizontal, a la que apoyó con canales verticales por los cuales esas protestas pudieran traducirse al ámbito político.
La experiencia del Mayo Francés fue un caso histórico de disolución de la pro-testa popular por falta de un proyecto de construcción política. Allí se dio una movilización enorme de la clase obrera y de los sectores estudiantiles; pero nadie pensó cómo traducir eso en un cambio del sistema político global. Entonces, no hubo ninguna forma de continuidad para esa movilización de masas. El resultado fue que, a los pocos meses, De Gaulle ganó las elecciones. No porque la gente fuera gaullista −la prueba está en que De Gaulle perdió el referéndum un año después−, sino porque, cuando la gente advierte una situación de desorden radical, empieza a necesitar algún tipo de orden, con independencia de su contenido.
Hoy día, en Medio Oriente, con los indignados españoles y en toda Europa, seguimos el surgimiento de muchas formas de protesta. Habrá que ver de qué modo esos movimientos pueden cuajar en un proyecto político alternativo. Por consiguiente, debemos explorar la naturaleza del modelo democrático-popular que se está implantando en este país, y hacérselo comprender a cuanta gente sea posible en el mundo, porque las democracias latinoamericanas actuales pueden servir de modelo a las europeas. Para eso, hay que atravesar toda la parafernalia tradicional a la que están ligadas las democracias europeas, que les impiden entender los nuevos tipos de movilización y la forma en que pueden integrarse institucionalmente. América Latina está dando un ejemplo de cómo los dos teclados, el institucional y el de la movilización popular, pueden combinarse realmente. <
(*) Extracto de la exposición de Ernesto Laclau en la Mesa “Hacia una teoría polí-tica democrática de la comunicación: medios, regulación y contenidos en la construcción de una Argentina democrática”, realizada el 30 de mayo de 2011 durante el ciclo de filosofía y política “Debates y combates” organizado por la Secretaría de Cultura de la Nación.

17 agosto 2011

VOCES Y MANOS DE LA AGRICULTURA FAMILIAR

Centro Nueva Tierra / MAPAS y la Subsecretaría de Agricultura Familiar Cuyo, dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación, vienen llevando adelante un Ciclo de Formación Radial para Actores...

El CENTRO MAPAS y la Subsecretaría de Agricultura Familiar Cuyo, dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación, vienen llevando adelante un Ciclo de Formación Radial para Actores de la Agricultura Familiar. El objetivo del trayecto formativo es brindar herramientas y un espacio para la práctica de la producción radiofónica para jóvenes comunicadores vinculados a organizaciones de productores de la agricultura familiar.

La iniciativa apunta a construir los conocimientos para el desarrollo de una estrategia comunicacional que puedan ser aplicados al fortalecimiento de los procesos organizativos y la articulación política de los actores vinculados a la agricultura familiar. Se espera además que los participantes puedan quedar habilitados para aportar propuestas de comunicación en este sentido en las escalas local, provincial y regional.

El primer encuentro se llevó a cabo en Luján, San Luis, los días 16 y 17 de junio, e hizo énfasis en los “qué” y los “cómo” de la comunicación radial en una perspectiva de construcción organizativa y política. En la segunda instancia, desarrollada en Guaymallén, Mendoza, los días 21 y 22 julio, los participantes trabajaron con herramientas técnicas de producción radial (guión y géneros) y elaboraron un programa “enlatado” para transmitir en Radio Nacional Mendoza en el espacio semanal de la Subsecretaría de Agricultura Familiar de esa provincia. En el último tramo de este segundo encuentro, los participantes visitaron las instalaciones de Radio Nacional en donde el director de la radio, Ernesto Espeche, habló sobre el escenario de políticas públicas de comunicación en Argentina y el lugar de los proyectos de comunicación en la construcción política.

El tercer y último encuentro del ciclo será en La Rioja los días 26 y 27 de agosto.

FORTALECIMIENTO DE CENTROS DE ESTUDIANTES Y LA ORGANIZACIÓN JUVENIL

El equipo MAPAS de formación política, en conjunto con la Dirección Nacional de Juventud, participó y aportó en los Encuentros Regionales de Jóvenes y Memoria organizados por la Comisión Provincial...

El equipo MAPAS - CENTRO NUEVA TIERRA, en conjunto con la Dirección Nacional de Juventud, participó y aportó en los Encuentros Regionales de Jóvenes y Memoria organizados por la Comisión Provincial por la Memoria(Provincia de Buenos Aires). El objetivo de los encuentros era que jóvenes de escuelas secundarias puedan intercambiar las experiencias que constituyen el pasado-presente de sus localidades, dando a conocer al resto de sus compañeros las ideas centrales de la investigación que están realizando en el marco del Programa Jóvenes y Memoria. Paralelamente, se buscó generar, a través de distintos disparadores, discusiones y debates en torno a diferentes temáticas, como por ejemplo la identidad, la diversidad y la discriminación. Los encuentros, realizados durante el mes de julio, contaron con la participación de más de 5000 jóvenes y 850 docentes de toda la Provincia de Buenos Aires.

MAPAS estuvo presente en las jornadas de Lomas de Zamora (11 de julio), Morón (12 de julio) y General San Marín (13 de julio) haciendo un aporte pedagógico al Taller de Centros de Estudiantes. El objetivo fue brindar a los jóvenes un espacio de interrogación conjunta y apropiación de herramientas para el fortalecimiento del trabajo en los centros de estudiantes y otras experiencias organizativas de las que forman parte.

ENCUENTRO NACIONAL DE JÓVENES DE CENTROS INTEGRADORES COMUNITARIOS

Más de 500 jóvenes de todo el país participaron del 1er Encuentro Nacional de Jóvenes de Centros Integradores Comunitarios (CIC), que se realizó los días 7 y 8 de julio...

Más de 500 jóvenes de todo el país participaron del 1er Encuentro Nacional de Jóvenes de Centros Integradores Comunitarios (CIC), que se realizó los días 7 y 8 de julio en Villa Zagala, San Martín, Provincia de Buenos Aires. El encuentro fue organizado por la Dirección Nacional de Juventud y la Dirección de Patrimonio Comunitario, ambas del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación. El equipo de formadores del MAPAS - CENTRO NUEVA TIERRA estuvo presente en el encuentro haciendo un aporte en la coordinación pedagógica en distintos momentos.

Las jornadas tuvieron el objetivo de generar un espacio de intercambio e identidad colectiva entre jóvenes que forman parte de las mesas de gestión de los CIC, en diversos puntos de la Argentina. A través de diferentes actividades y espacios de intercambio, se propuso profundizar la organización y la participación y fortalecer los procesos organizativos de los jóvenes en estos ámbitos locales comunitarios.

Durante dos días, se trabajó en talleres diferentes temáticas. Primero se abordó la participación de los jóvenes a través de la historia y los participantes hicieron un trabajo de reconstrucción colectiva de la historia argentina desde los ´60 hasta la actualidad. Luego, se analizó la gestión y las políticas públicas desde la experiencia de los CIC, viendo las posibilidades y propuestas de gestionar que tienen los jóvenes en el marco de las mesas de gestión. Por último, se realizaron talleres de comunicación gráfica y radio. Los jóvenes construyeron mensajes para comunicar la agenda de propuestas para los CIC, a través de los dos formatos. En el cierre del encuentro compartieron sus producciones: spots de radio, afiches y notas periodísticas.

La Ministra de Desarrollo Social de la Nación, Alicia Kirchner, invitó a los jóvenes a seguir “trabajando con todos” y a “hacerlo dejando de lado los pequeños intereses para servir al pueblo en una construcción colectiva”. También, estuvieron presentes la Secretaria de Organización y Comunicación Comunitaria, Inés Paez D´alessandro, el Secretario de Comunicación Estratégica, Rubén Ferioli, la Directora Nacional de Juventud, Laura Braiza, y el Director de Patrimonio Comunitario, Gastón Dell’ Arciprete.

En las conclusiones del encuentro, los jóvenes participantes convinieron que en el escenario actual “resulta imprescindible generar instancias de participación en donde los y las jóvenes construyan herramientas para trabajar colectivamente en sus territorios”.

CONCLUYÓ EL CICLO DE FORMACIÓN SINDICAL PARA JÓVENES DIRIGENTES

El equipo MAPAS de formación política acompañó con su metodología y propuesta pedagógica el Ciclo de Formación Sindical para Jóvenes Dirigentes, organizado por el Ministerio de Trabajo de la Nación....

El CENTRO MAPAS acompañó con su metodología y propuesta pedagógica el Ciclo de Formación Sindical para Jóvenes Dirigentes, organizado por el Ministerio de Trabajo de la Nación. Todos los miércoles desde el 8 de junio hasta el 3 de agosto, se reunieron cerca de 120 jóvenes provenientes de 40 organizaciones gremiales en un espacio de reflexión colectiva.

Ricardo Gringras, coordinador del Programa de Apoyo y Formación Laboral, en el que se enmarca el ciclo, señala hacia donde va la propuesta: “La intención es reafirmar la importancia que damos a la formación y la práctica político-sindical, generando un espacio para que nuevas generaciones de dirigentes conozcan y debatan las políticas que se están implementando”.

El programa del ciclo invita a los jóvenes a “imaginar el sindicalismo de los próximos 20 años” en diálogo con los funcionarios que cotidianamente gestionan las distintas áreas del organismo rector de las relaciones del trabajo. Noemí Rial, Álvaro Ruiz, Marta Novick, Emilia Roca, Héctor Palomino y el ministro Carlos Tomada fueron algunos de los funcionarios responsables de las exposiciones y debates con los dirigentes.

“La idea no es que de estas conferencias los jóvenes salgan hechos unos especialistas”- explica Néstor Borri, coordinador de MAPAS y responsable de la agenda de actividades del trayecto formativo- “sino que vayan reflexionando de manera conjunta sobre el impacto que tiene sobre los sindicatos cada tema. Para eso les hemos planteado cuatro grandes ejes donde hacer resonar las reflexiones y conocimientos colectivos que vayamos construyendo: la relación sindicalismo-sociedad; la dinámica, desafíos y desarrollo de la distribución de la riqueza y la justicia social; la relación capital-trabajo, trabajadores-patronales; y, por último, la organización y vida interna de los sindicatos”.

El último encuentro del ciclo, realizado el día 3 de agosto, estuvo presente el ministro de trabajo Carlos Tomada, quien destacó la voluntad de los jóvenes que deciden representar a sus compañeros de trabajo, como condición fundamental de todo dirigente sindical. A renglón seguido, agregó que hoy resulta imprescindible, sumar a esa vocación, “la formación y el conocimiento; no sólo el conocimiento académico, sino todos aquellos saberes que se aprenden en el lugar de trabajo: sobre la conformación de la empresa, la tecnología y las distintas formas de organización del trabajo”.

Encuentros regionales de jóvenes en organizaciones barriales

El equipo MAPAS - CENTRO NUEVA TIERRA, participó en los encuentros regionales de jóvenes vinculados al Programa de Mejoramiento de Barrios (PROMEBA) y el Programa de Desarrollo Social de Áreas de Frontera (PROSOFA) de la Subsecretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda del Ministerio de Planificación Federal.

Con el lema “Por un proyecto colectivo…”, se realizaron tres instancias regionales: para la regiones Noroeste y Noreste Argentino, los días 5, 6 y 7 de mayo en Humahuaca, Jujuy; para Centro y Cuyo, los días 10, 11 y 12 de junio en Villa María, Córdoba; para la Patagonia, los días 28 y 29 de julio en Villa El Chocón, Neuquén.

Los encuentros reunieron en total a más de 300 jóvenes de grupos y organizaciones barriales de todo el país. Tuvieron como objetivo rescatar y valorizar los saberes y las experiencias de trabajo social y comunitario de los jóvenes, apuntando a promover la discusión entre pares en relación a problemáticas comunes y a pensar estrategias para el abordaje de las mismas. Se buscó también proveer herramientas para la promoción, comunicación y gestión de las organizaciones juveniles.

El equipo CENTRO NUEVA TIERRA / MAPAS llevó adelante, en todos los encuentros, el taller de participación y gestión, una de las propuestas de trabajo diseñadas para la reflexión colectiva, el intercambio y la apropiación de herramientas. Se trató de una propuesta que buscó interrogar el lugar de los jóvenes en la historia en diálogo con la vida cotidiana y también intentó brindar herramientas para fortalecer la organización, la acción colectiva y la construcción de poder, a partir de las experiencias de trabajo de los participantes.

Todos los encuentros contaron, además, con un taller de comunicación que estuvo a cargo del colectivo El Culebrón Timbal. En éste, los jóvenes pusieron en práctica herramientas y elaboraron productos de comunicación gráfica, radial y audiovisual.

10 agosto 2011

Benavidez Bedoya expone en Recoleta

Las primeras producciones de MAPAS  estaban ilustradas con las contundentes obras de Alfredo Benavidez Bedoya. 
En estos días, BB expone en el Centro Cultural Recoleta .



500 grabados y 100 dibujos de todas las épocas.
Alfredo Benavidez Bedoya
Desde el Viernes 19 de agosto. 19 hs.
Sala 6 (al fondo a la izquierda)
Centro Cultural Recoleta.
Junín 1930.

02 agosto 2011

Los cancerberos (o las dificultades para salir del infierno)


solo
 como si fuera un animal eterno
clavado  en la puerta del  infierno


Cuando Néstor Kirchner  insistía con su planteo de que “recién estamos saliendo del infierno”, en general se asociaba – correctamente, por lo demás- esa descripción a una referencia a la  crisis del 2001-2002 y, más ampliamente, a la década de los 90 o al neoliberalismo.

Por costumbre, también por gusto, y también como estrategia de aprendizaje y de reflexión -  que además tiene una larga tradición-  creo que siempre es bueno estar atentos a lo que las palabras dicen y sin embargo no escuchamos en la primera vuelta – ¡sólo en balotaje!- . Y así me empezó a rondar esta pregunta: ¿Y qué hay en las inmediaciones, a la salida del infierno?* 

Por un tiempo me dio vuelta efectivamente la pregunta, y un tiempo después, una vez que pude ampliar la mirada respecto a lo que “el infierno” podía ser, me vino a la vista una cuestión evidente, una  imagen conocida, clásica incluso: a la salida del infierno, está el Cancerbero, como sabe cualquiera que escuchó algo de mitología griega, no tanto erudita, sino simplemente las versiones de esta que subsisten en el imaginario popular aun hoy con mucha fuerza. El Hades, a cuya puerta está el perro de muchas cabezas, no es estrictamente el infierno, sino el reino de los muertos. Pero en la concepción generalizada, es más o menos lo mismo (y esta identificación de muerte e infierno, y lo que implica en relación a la tierra de los vivos, es también significativa para lo que quiero compartir). Ahí, en todo caso en esa puerta del hades-infierno,  el Cancerbero, además de estar, tiene una función tan significativa como simple: cuidar que nadie salga. Vigilar la salida y ladrarle – con sus varias cabezas y sus muchos dientes- a quien quisiera salir. Y atacarlo también (no queda claro, y es para pensarlo en todo caso, qué clase de miedo a una mordida podría tenerle un muerto o un condenado: quizás sea significativo pensarlo en relación a lo que quisiera compartir con estas líneas).


Teniendo en cuenta todo esto,  un poco después, compartiendo reflexiones y espacios formativos sobre la historia reciente y las vivencias actuales, se me ocurrió que “el infierno” podía ser otra cosa, además de la catástrofe del  2001. Que podía ser, también el lugar (llego el caso el tiempo, en todo caso la situación) de ausencia de la política.

La teología cristiana  señala con bastante precisión, mas allá de unas cuantas zonceras  que luego se han dicho al respecto, que el infierno es la ausencia de dios. Ahora, la interpretación de esto no vale la pena que sea la religiosa oficial vulgar. Más bien, pensar las definiciones serias de “dios” tanto en el pensamiento de los pueblos como una  parte de los teólogos: Dios es el lugar donde el hombre piensa sus problemas decisivos.

Así, la ausencia de ese lugar o, dicho de otra manera, el exilio de ese lugar sería el infierno.

Como el Angelus Novus, el  ángel de la historia  de Benjamin, entonces, el Cancerbero cambia de dirección su mirada y su posición. Está, sí, en la puerta del infierno, cuidando que nadie salga. Evitando que alguien salga.  Entonces, no está en la puerta mirando hacia afuera. Mira y vigila hacia adentro, cuidando el camino o los caminos (por eso tendrás varias cabezas, después de todo) que llevan allí donde se pueden pensar los problemas decisivos.

Puesto en otro registro del discurso y los planteos de NK, todos sabemos que un clivaje fundamental de estos era el del retorno de – o a la – política. Lugar donde pensamos nuestros problemas decisivos. Nuestras decisiones propiamente dichas. Dicho esto, quedan el cancerbero  y sus cabezas, su feroz vigilia, sus muchos ojos, sus tensos  y desvelados músculos siempre listos, vigilando el camino de la politización, el camino que lleva a la política.

¿De qué están hechos los lugares? Dicho todo lo anterior, creo que no es difícil plantearse que infierno, política, puertas y caminos, están hechos de la materia de las conversaciones. Que es la materia de la que están hechos los pensamientos.  El infierno sucede en las conversaciones. Los cancerberos son cancerberos conversacionales: formas de la conversación que encierran la palabra y el diálogo, las discusiones y la interrogación, el pensamiento en un lugar que no es pequeño. Que incluso puede no ser un encierro. Pero que tiene una característica fundamental: los caminos que desde ese lugar llevan a poder pensar políticamente, pensar política, están crudamente vigilados.
Ubicar estos cancerberos  en las formas que adquieren en la conversación, sus fieros y múltiples rostros, su fino olfato, sus ladridos atemorizantes, es una tarea político-pedagógica fundamental.

El infierno, la política y el guardián son realidades conversacionales. Los modos de distraerlo, esquivarlo o incluso vencerlo, también.

Néstor Borri


* Este texto remite a uno anterior, con el mismo tema y motivado por similares inquietudes. Están en este link y los 4 siguientes: http://tripaletra.blogspot.com/2009/11/cancerberos-conversacionales-los.html

Ilustración de Pablo Lobato.